Menorquinas, nuestra denominación de origen

En  el sector alimentario el concepto de Denominación de Origen Protegida hace referencia a la calidad del producto que puede utilizarla. Por lo que parece en el sector industrial este concepto no puede ser utilizado de la misma manera.

Recientemente en los medios de comunicación insular ha aparecido la noticia que el Consell no ha podido evitar que empresas no locales puedan utilizar el termino «menorquinas» para promocionar su producto o para formar parte de su marca comercial. Nos parece injusto.

Por una parte la denominación geográfica que acompaña a un producto como el vino o el queso garantizan una determinada calidad y características que se deben exclusivamente a la zona donde se produce con el fin de proteger su autenticidad de los posibles imitadores o competidores que quieren aprovechar el tirón comercial que la denominación geográfica de procedencia puede añadir al producto.

Por otra parte los productores de esa zona, conscientes de la importancia que para ellos puede tener la reputación del término geográfico que los identifica, destinan esfuerzos y recursos a la protección de la calidad de sus productos.  La abarca menorquina es heredera de una industria del calzado que consiguió que el nombre de calzado menorquín  fuera equivalente a calidad elevada, diseño cuidado y un buen hacer de los trabajadores especializados en su elaboración. No creemos que sea de recibo que otros fabricantes puedan aprovecharse ahora de ese esfuerzo.

Por último, y no como curiosidad,  adjuntamos a este artículo un documento del año 1969, una participación de 1 peseta que el primer fabricante de abarcas regalaba a sus clientes (cuando un par de abarcas hechas a medida podían venderse a unas 200 pesetas, 1,20 Euros). En esa participación aparece claramente ya indicado el nombre de «típicas menorquinas· para identificar su producto. Parece, pues, que a Can Servera des Mercadal debemos no solo el diseño inicial de la nueva abarca menorquina sino también el que empezara a identificarse como «menorquina».

Posiblemente es inevitable que un producto como la abarca, al que se le supone demanda suficiente, pueda ser fabricado en otros lugares, fuera de nuestra isla. Productos como el vino o el queso se producen en una infinidad de lugares distintos. Pero del mismo modo que un Rioja o un Priorat solo se elaboraran en sus zonas geográficas unas «menorquinas» deberían identificar a un calzado de elevada calidad en diseño y fabricación y elaborado únicamente en la isla de Menorca.

Parece ser que ello no va a ser posible. Pero nosotros seguiremos identificando nuestras abarcas como «menorquinas» no solo por estar elaboradas totalmente en Menorca, también porque cumplimos con unos estándares de calidad y fabricación muy elevados que nos diferencian y que en última instancia el cliente siempre disfruta.

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