¿Sabía Usted que…?
Hasta que a mediados de los años 50 del siglo pasado la abarca no fuera rediseñada por la familia Servera des Mercadal la gente de los pueblos menorquines no utilizaban las abarcas como calzado de verano. Fue en 1955 cuando se produjo un cambio inesperado
¿Sabía Usted que el primer encargo de abarca «fina» lo realizó Núria Carles-Tolrà, señora de Pregonda que buscaba un calzado inspirado en la abarca payesa pero más sencillo, práctico y cómodo para su hija?
¿Sabía Usted que los propietarios de Pregonda llegaron a organizar un baile de sociedad en Maó y al cual era condición asistir con abarcas?
¿Sabía Usted que los primeros clientes del taller de abarcas de Can Servera eran mayoritariamente turistas?
¿Sabía Usted que la familia Servera fabricaba las abarcas a medida?
Sabía Usted que fue tal el éxito de su taller que no daban abasto con la demanda que se generaba en los meses de estío, llegando a enviar pares en febrero de clientes a los que se había tomado medidas el verano anterior?
¿Sabía Usted que la producción de abarcas salvo muchos puestos de trabajo del sector del calzado en Menorca cuando muchas fábricas cerraron en los primeros años de la década de los 90?
¿Sabía Usted que, muy probablemente, si no se hubiera sufrido esa crisis no estaríamos ahora ante el gran éxito de las abarcas menorquinas?
¿Sabía Usted que en los años 80 del siglo pasado uno de los pocos fabricantes de abarcas era Xavier Nagore que desde un puesto ambulante en el puerto de Ciutadella ofrecía abarcas artesanas, principalmente en tallas de niño, pudiendo encargarlas con solo 24 horas de antelación?