El origen de la abarca menorquina
La abarca, calzado de origen romano, podría haber llegado a Menorca en el Siglo XIII, cuando Menorca fue conquistada para la corona catalanoaragonesa. De hecho la abarca y su nombre no son exclusivos de Menorca…
La abarca, calzado de origen romano, podria haber llegado a Menorca en el Siglo XIII, cuando Menorca fue conquistada para la corona catalanoaragonesa. De hecho la abarca y su nombre no son exclusivos de Menorca pudiendo localizarlas en diferentes puntos de la geografía española: La abarca vasca, la manchega, la asturiana o la tomatera canaria son algunos ejemplos
Entre las curiosidades históricas sobre los orígenes de este calzado no se puede dejar de mencionar al rey navarro D. Sancho Garcés II conocido con el sobrenombre “Abarca”, que nació el año 940 y murió en 994 d.c. Las crónicas de la época hablan de sus hazañas utilizando él y sus caballeros este calzado de origen humilde : “ fizo para sí y para sus caballeros, de cueros crudos y cuerdas enceradas, calcado acostumbrado de los aldeanos, los cuales llamaban abarcas y uarallones”.
Acercándonos más a nuestra época debemos buscar una de las primeras referencias gráficas de la abarca menorquina en la obra del Archiduque Lluís Salvador y su magna obra Die Balearen. El Archiduque visitó nuestra isla en el último cuarto del siglo XIX y dejó dos volúmenes dedicados a la antropología, geografía y cultura menorquina de finales del siglo XIX:
“ Les avarques són ben lletges, i sobretot a l’hivern en temps humit són molt incomodes, però la gent hi està tan avesada que a l’interior de l’illa, sobretot as Mercadal i Ferreries, són l’unic calçat que s’empra”